Cuando nos enamoramos creemos que todo el universo conspira a favor nuestro. Lo he vivido ya varias veces, la vida parece tan perfecta cuando estás enamorada, todos los atardeceres son hermosos, los amaneceres están llenos de esperanza, pero una vez las cosas empiezan a ir mal; y vemos ese amor agonizar lentamente, todo va careciendo de sentido. Los atardeceres se convierten en tortura, no queremos que anochezca porque no existe ya la esperanza de un mañana al lado de ese ser que convertimos en esperanza, esperanza de un futuro feliz. Como es posible que la magia de tanto amor se desvanezca tan rápido, como si el amor fuera algo efímero y fugas. La vida se pasa tan rápido que nos eleva al cielo y luego nos manda al infierno en cuestión de segundos.