Mis días sin tí

Te extraño tanto que siento que el reloj aún no ha avanzado, sigo viviendo en el ayer. Pero también sé que he tomado el camino correcto. Porque estoy exhausta de vivir en el limbo. A veces aquí, a veces allá contigo, quizá no físicamente pero contigo en pensamiento y espíritu.

Estoy exhausta de abrazarte tan fuerte en mis sueños, y al abrir los ojos por la mañana ver qué no estás. Se me acabaron las fuerzas y no puedo sostener más esté amor. Se me acabaron las esperanzas; bueno creo que esas las mataste tú cada vez que decías que nos amabas a las dos. Creo no te dabas cuenta que a veces la verdad mata. Y aprecio tu honestidad pero cuando una verdad no sirve de nada, creo yo es mejor el silencio.

Así como tu silencio cuando te dije que no quería que te olvidarás de mí cuando te fueras con ella. A veces el silencio dice más que mil palabras y hiere más que mil verdades. Y es por eso que decidí alejarme en silencio sin despedidas porque sé bien que sabes que eres mi debilidad, y que con tu dulzura siempre me haces volver a caer en este círculo vicioso que nos hiere a los dos. Amor, si tan solo hubiese podido ver qué por ti yo apostaba el doble o nada.       Pero lo cierto es que uno jamás recibe lo que dá, y yo a ti me entregue con la confianza de un niño que toma la mano de su padre. Me entregue sin condiciones y mi peor error fue aceptar tus restricciones.

En fin… que seas feliz, que te vaya bonito!