
Pensar en ti es como tomar veneno como si fuera agua.
Últimamente me siento un poco suicida
Porque no dejo de pensarte.
Pensar en ti es como tomar veneno como si fuera agua.
Últimamente me siento un poco suicida
Porque no dejo de pensarte.
Llevo tantos vuelos
325 para ser exacta
Y no me saben a nada
Porque ninguno llega a ti.
Se acabaron las mariposas
La vida no es justa
Quisiera amar a quien me ama
Pero este terco corazón te sigue eligiendo a ti.
Mi mayor tristeza es ver la alegría,
La ilusión de quien me espera
Y no sentir igual.
A veces lo veo y veo mi reflejo
De cuando era yo la ilusa ilusionada
Por eso me cuesta aceptar su amor
Porque no quiero romperlo
Así como tu lo hiciste conmigo.
No quiero que pague algo que no debe.
Me niego a ser como tu
Y destruir a alguien que solo me
Ha dado cosas buenas.
Quise terminar este dolor
Caminar lo más lejos posible
Abandonar el nosotros
Que creo que fue siempre más un yo-yo
Pero no acaba el acoso de las personas
Que nos hicieron tanto daño
Y quisiera escribirte decirte haz algo
Que no puedo más.
Quiero seguir mi vida y olvidarme
Que existe tanta maldad
Y se que no es verdad lo que dicen,
Pero me roban mi paz.
Quisiera gritarte a la cara se valiente por una vez
Haz algo por mi, por una vez
Enfréntalos y acaba con este acoso.
Somos una historia tragica
Llena de capítulos tristes.
Se acabó casi la tinta y aun no se escribe
Un final feliz
Antes que deje de pintar
Quiero escribir uno especial para ti
si tú final feliz no es en mis brazos…
Que haya donde te abracen
Seas feliz que si tú lo eres yo lo estaré por ti.
Quiero que rompamos los kilómetros que les gusta vernos lejos. Esta noche quiero proclamarme fuego, ese en el que amas arder. Vamos a juntarnos y que tus labios en mis pechos marquen el comienzo de la trayectoria que abre el paraíso entre mis piernas. Ven vamos a recorrernos, quiero que te profundices poco a poco en mi cuerpo. Explora despacio todas esas zonas erógenas que mientras las descubres hacen que me enamore un poco más. Así quiero que sigas haciendo que desee las huellas de tu cuerpo sobre el mío. Hasta que en un súbito escalofrío y un gemido se contraigan todo nuestro cuerpo mientras te apretó fuerte para que no te salgas y al acabar la faena te quedes allí agotado con tu cuerpo sobre el mío. Con el corazón a mil y las ganas de volver a comenzar otra vez.
No es la distancia el abismo entre tú y yo. No es el tiempo el que separa nuestro futuro. Ni son los cuerpos con los que en un pasado elegimos curar nuestras soledades lo que se oponen a un nosotros sin excusas. Lo que nos separa somos nosotros, tú y yo. Nuestros miedos a intentarlo de verdad. Quizá por temor a perder lo que ayer construimos con tanto esfuerzo. Yo salte al vacío en un paso de fe, y un paracaídas de esperanza. Y me he quedado al fondo viéndote de lejos sin saber que hacer. No, no nos separa las circunstancias nos separan la falta de decisión. A ti el quedarte allí a la orilla sin saber si saltar hacia a mi, o regresar a tu camino. Y a mi el seguir hundida en este vacío y no buscar un camino nuevo con la esperanza de que un día me caigas del cielo y aterrices en mis brazos, y seas la lluvia que acabe esta sequía de necesitarte tanto. Si, no son las circunstancias ni las personas lo qué hay entre tú y yo, somos nosotros incapaces de amar de verdad o dejarnos ir para siempre.